jueves, julio 26, 2007

Crossovers Planetary


Sé que no tengo excusa para tan prolongado abandono de este sitio, aparte del cansancio que me produce todo lo relacionado con la burrosfera. Sin embargo, aprovecho para reseñar y enlazar para descarga tres crossovers: Planetary / Batman: Noche en la tierra, Planetary / The authority: Gobernar el mundo y Planetary / JLA: Terra occulta.

En el primero, el equipo de campo de Planetary, integrado por Elijah Snow, Jakita Wagner y the Drummer, viajan a Gotham para investigar una serie de asesinatos al parecer efectuados por un post humano. El asesino en cuestión, hijo de un sobreviviente de Zero city, colapsa universos paralelos a pequeña escala, y cada homicidio tiene su efecto en múltiples universos, en cada uno de los cuales hay un Batman dispuesto a llevarlo ante la justicia, al que se tiene que enfrentar el equipo de campo. Warren Ellis, varias veces alabado en este sitio, retoma el mito del Hombre Murciélago, soberbiamente dibujado por John Cassaday, quien resalta los diversos aspectos de Batman, desde el de Bob Kane hasta el propuesto por Frank Miller.

En Planetary / The authority: Gobernar el mundo, The authority (ya antes reseñado) interviene para contener un ataque biológico alienígena, arma activada por error por the Drummer en la antigua residencia de H.P. Lovecraft, a quien Snow conociera en los años 30 a raíz de la aparición de un portal al Multiverso en su sótano. La intervención de the Authority hace que Planetary incursione en el Transporte para copiar su banco de datos, pero que terminen juntos enfrentando el ataque de los Gobernamundos, robots bélicos autorreplicantes diseñados para anexionar mundos, los cuales aparecieron en el portal multiversal de las Adirondacks. Escrita por Ellis y dibujada por Phil Jiménez, quien ha trabajado con Grant Morrison en New X men.

En Planetary / JLA: Terra oculta, Bruce Wayne, junto a Diana Prince y Clark Kent, se enfrentan a los gobernantes secretos del mundo, Planetary, quienes han almacenado tecnología, han compartido con la humanidad únicamente lo que es susceptible de venderse bien y han asesinado a su antojo. Este numero, perteneciente a la serie Elseworlds, y escrito por Ellis, cuenta con arte de Jerry Ordway, quien se desempeña bastante bien en los trazos.

DESCARGA

Nota: los archivos se pueden leer con el programa Cdisplay, el cual se puede descargar aquí.


jueves, mayo 10, 2007

Planetary – the end


Finalizó Planetary, serie escrita por Warren Ellis y dibujada por John Cassaday, la cual ya había reseñado antes y que, llegando a su epílogo, merece, cuando menos, una revisión.

Elijah Snow, aparentemente nuevo miembro de Planetary, potencialmente inmortal como parte del sistema defensivo del planeta, logra grandes avances en su guerra personal contra el equivalente malévolo de los Fantastic Four, los Cuatro, quienes, secretamente, gobiernan el mundo y lo han vendido a los habitantes de una tierra alternativa a cambio de poderes y conocimiento. Con la ayuda del equipo de campo, Anna Hark, hija y heredera de la versión Ellis de Fu Manchú, James Wilder, quien recientemente adquirió poderes posthumanos, y un grupo de poderosos y enfurecidos sobrevivientes de un campo de experimentación de la Guerra Fría manejado por Randall Dowling (líder de los Cuatro), Zero city.

Uno a uno van cayendo en manos de Planetary, ya sea para reescribir sus mentes o ser enviarlos fuera del sistema solar, y el enfrentamiento final de Snow contra Dowling, gracias al deseo del primero de poseer la tecnología adquirida por Dowling para salvar millones, aunque me pareció apresurado (el enfrentamiento se resuelve en un par de hojas) va a la par de cómo resuelve Ellis sus historias: rápido y brutal.

Una historia compleja, sin duda. Ellis recorre, no solo, la ciencia ficción de los últimos doscientos años, sino algunas cuantas teorías de física, todo amalgamado, y aunque quedan algunos cabos sueltos (el destino del viajero del Planeta Ficción, No. 9) y el destino de Ambrose Chase, al parecer, se resolverá en el epilogo de la serie (un nebuloso No. 27 que, si aparece, será en unos cuantos meses), pero para ser honesto, no espero mas. Como terminó es perfecto.

A pesar de que, leí en algún sitio, esta no es de las obras favoritas de Ellis, sin duda es de las más elaboradas. Sumado a esto el increíble trabajo grafico de Cassaday en los lápices y Laura Martin en los colores, a lo largo de toda la serie, vistoso y espectacular, le da continuidad y lo convirtió en un nuevo clásico del comic.

Links relacionados:
Reseña de la serie en Wikipedia.
Reseña en Zona negativa.
Línea temporal de la serie.

Descarga:
Links a Rapidshare.

viernes, mayo 04, 2007

Diario del ron


“Estábamos rodeados de unos especimenes humanos que llevaba evitando diez años de mi vida: mujeres con bañadores de lana, hombres de ojos sin brillo y piernas sin vello y risa afectada, todos norteamericanos, todos aterradoramente parecidos. Este tipo de gente debería quedarse en casa. A este tipo de gente deberían encerrarla en el sótano de algún maldito Club del Alce para luego apaciguarla con películas eróticas. ¿Que quieren irse de vacaciones? Pues se les pone una película de arte y ensayo extranjera. ¿Que siguen sin estar satisfechos? Pues se les manda a una tierra salvaje y se les suelta delante de unos perros asesinos"

Un par de días después de comprar Diario del ron, de Hunter S. Thompson (de quien ya había hablado antes), y mientras hacíamos la fila para entrar a un club, le conté a un amigo que lo había adquirido. Él le dice a su esposa - imagínate, Hunter Thompson en los 50´s en Puerto Rico: eso es como Cartagena pero sin agua potable – Pero el 80% de Cartagena no tiene agua potable, dice su esposa. Y claro, teniendo en cuenta que es la mas turística de nuestras ciudades, se pregunta uno que mierda esta haciendo el Presidente, quien afirma estar luchando en contra de la corrupción. Pero creo que estoy desviando el tema.

Paul Kemp, alter ego del autor, recibe la propuesta de trabajar para el San Juan Daily News de Puerto Rico, un periódico en inglés como parte de la americanización de la isla (Para los gringos solo Estados Unidos es América. Sudamérica es el patio trasero. O lo era, hasta hace poco). Al llegar se encuentra con un montón de beodos, expatriados, misántropos y fracasados como parte del equipo editorial del periódico, cada uno mas decadente que el otro, y Kemp, junto al fotógrafo Sala y a su colega Yeamon, terminan viviendo entre borracheras infinitas, peleas callejeras y fiestas desmadradas, en una isla viciada por el dinero y los intereses Norteamericanos.

“El casino estaba bastante mas concurrido, pero el ambiente era el mismo que en todos los demás; una especie de frenesí apagado, como el que sientes cuando te tomas una anfeta cuando lo que de veras te apetece es irte a la cama"

Visceral, cínico y de un humor cáustico, este libro que refleja la desazón de Thompson fue rescatado por un amigo del sótano de su rancho y publicado por primera vez en 1998, y reitera el carácter hedonista - autodestructivo del creador del periodismo Gonzo: consecuente hasta la muerte, se voló los sesos en febrero de 2005. Junto a su cadáver dejó una nota, dirigida a su esposa:

“La temporada de fútbol terminó

No más juegos. No más bombas. No más caminar. No más diversión. No más nadar. 67 (años de vida). Eso es 17 años después de los 50. 17 más de los que necesitaba o quería. Aburrido. Siempre estoy altanero. No divertido; para nadie. 67. Uno se vuelve egoísta. Actúa tu vejez. Relájate. Esto no dolerá"

Galería fotográfica de Thompson.
Obituarios en el Blog Ausente y Katarsis.

jueves, abril 12, 2007

La caza de hackers


“Si prestabas atención a todos los rumores que circulaban sobre esos chicos hackers, empezarías a oír todo tipo de tonterías conspiratorias: que la NSA vigilaba todas las llamadas telefónicas de América, que la CIA y la DEA controlaban el tráfico de información en las BBS con programas de análisis de palabras, que The Condor podría provocar la Tercera Guerra Mundial desde una cabina..."

The Legion of Doom era el más orgulloso de los grupos de hackers norteamericanos. Eran la élite de la élite. Menospreciaban al Chaos computer club de Alemania (sin tener, además, espías de la KGB en sus filas), AT&T era el blanco habitual de sus hackeos y burlarse de los telecos era una distracción común, al igual que alardear de sus capacidades y habilidades: puro poder técnico corriendo por sus dedos. O por lo menos lo fue hasta que la mismísima NSA cazó a su élite como parte de la operación Sundevil, y la fiscalía les efectuó un proceso por la posesión y divulgación ilegal de un documento de Bellsouth que explicaba el funcionamiento de la línea de emergencia 911, y había sido extraído por Prophet, uno de los más hábiles hackers de LoD, y publicado en Phrack. Un proceso completamente mediático, quizás efectuado gracias a la presión que hubo por la caída del sistema de larga distancia el 15 de enero de 1990: la Caída del día de Martin Luther King.

Algunos hackers habían amenazado que harían caer el sistema telefónico en un feriado importante: Fry guy, hacker que se había dedicado al carding, lo confirmó tras su captura, y la NSA tomó nota de eso, a pesar de llevar años vigilando la actividad del underground digital. La liga NuPrometheus distribuyó floppys con fragmentos de código fuente de Macintosh, crimen con alto contenido ideológico que quedó impune. Terminus había sido capturado por poseer y distribuir software de AT & T. Pero el objetivo de la NSA eran los dos más respetados grupos de hackers: LoD y Masters of deception, y en su ceguera informática confiscan computadores hasta de editoriales de juegos de rol: En el mundo de los policías todo es bueno o malo, blanco o negro. En el mundo de las computadoras todo es gris.

Bruce Sterling, entonces, se dedicó a hacer una investigación independiente, la cual publicó con el nombre de “The hackers crackdown” (La caza de hackers, Ley y desorden en la frontera electrónica), un completo documento donde relata, de una manera precisa y fluida, los orígenes, mitos y hazañas tanto del hacking / phone phreaking, de la mano de Abbie Hoffman, como de sus archienemigos, los telecos y la NSA, y un relato del proceso por la posesión el documento E911. Una compleja, aunque divertida, crónica de policías y ladrones, persecuciones en el no-espacio de internet, juegos y trampas: el origen del lenguaje tan mal usado por la burrosfera local.

Los informáticos hablan. Los hackers fanfarronean. Los phone-phreaks hablan patológicamente -¿Por qué robarían códigos telefónicos si no fuese para parlotear diez horas seguidas con sus amigos en una BBS al otro lado del océano?

Acerca del libro:
Reseña en Microsiervos

Enlaces relacionados
Algunos hackers famosos
Incidentes provocados por hackers
Entrevista a Bruce Sterling

miércoles, marzo 28, 2007

Ángeles del Infierno


“Su mundo esta tan cargado de hostilidad que ni siquiera la perciben. Son deliberadamente hoscos con la mayoría de extraños, pero provocan malas reacciones incluso cuando intentan ser cordiales. Les he visto intentar divertir a un extraño contando historias que ellos consideran muy divertidas... pero que causan miedo e inquietud al oyente, cuyo sentido del humor tiene un filtro muy distinto"

A veces tengo la sensación de que el estado yanqui se sostiene gracias a la ilusión, entre el pueblo norteamericano, de que los defiende de La Amenaza. Esta suele ir variando con la época, tanto dentro como fuera de sus fronteras: japoneses, soviéticos, cubanos, árabes, latinos en general. Nativos, maroons, hippies, nacionalistas negros o arios, milicias derechistas, pandillas de motoristas, hackers. Con los dos últimos, por ejemplo, la guerra sicológica se desarrolló, primero, redactando un documento por parte de algún oscuro empleado gubernamental (fiscal de distrito, agente de la NSA o el FBI) sobre el claro peligro que representan, distribuyéndolo entre la gran prensa y dejando que se desarrolle la paranoia. Después, cualquier pelea de bar en Oakland, o alguna falla en el sistema telefónico de New York, se interpreta como el inicio de una “escalada terrorista” en contra del pueblo estadounidense, el cual no debería ser tolerado por las autoridades y tiene que ser castigado con la mayor rigurosidad posible.

Obviamente hay quien no cree a la gran prensa norteamericana (Times, Newsweek, New York Times) como acá hay gente de bien que no le cree al Canal Caracol: así como el escritor ciberpunk Bruce Sterling escribió un largo texto acerca de la persecución injustificada a los hackers por parte de la NSA en “The hackers crackdown” (del cual hablaré luego), Hunter S. Thompson, varias veces citado en este sitio, pasó, en 1965 una temporada viviendo en Oakland junto con la banda de motoristas Californiana conocida como “los Ángeles del infierno”.

Desde la violación masiva de la gira del Labor Day a Monterrey, hasta el choque contra los manifestantes pacifistas de la universidad de Berkeley, Thompson traza una cronología de los Ángeles en el libro titulado “Hells Angels: A Strange and Terrible Saga”, una fluida crónica subjetiva donde valida y desmiente los mitos que hay alrededor de los motoristas: sus reglas, sus luchas, su vaga posición política, el entorno donde viven, las impresiones que producen, la publicidad consecuente y su relación con Allen Ginsberg y Ken Kesey, el primero de los cuales intentó convencerlos de tomar partido del lado de los radicales de izquierda, pero: “Los Ángeles, como todos los demás forajidos motoristas, son de un anticomunismo rígido. Tienen unos puntos de vista políticos que se reducen al mismo tipo de patriotismo retrogrado del que se alimenta la John Birch society, el Ku Klux Klan y el partido nazi norteamericano. Son incapaces de percibir lo irónico de su papel... caballeros andantes de una fe de la que han sido excomulgados. Los Ángeles serían unos de los primeros que acabarían liquidados o entre rejas si los políticos con los que ellos creen estar de acuerdo llegasen alguna vez al poder”.

La relación de los Ángeles con Thompson terminó en una memorable paliza: algunos querían que Thompson compartiera las ganancias recibidas por los artículos que escribió acerca de ellos, y al negarse unos cinco lo golpearon hasta que la intervención de otro los detuvo. Nunca mas llegaron a relacionarse.

Si, supongo que lo soy – decía uno -, pero estas viendo a un perdedor que va a hacer una terrible escena a la salida.

Una lección que Pirry debería aprender.

viernes, marzo 09, 2007

Rascacielos


La barbarie empieza por casa
Morrisey, The Smiths


Siempre estamos a un paso de la barbarie. La frontera suele ser tan vaga que frecuentemente la trasgredimos hacia un lado y otro. Creo que no tengo que enumerar los casos en que pasa, son tantos y tan variados que hasta existen periódicos que los retratan. Incluso, si usted es un tipo educado fácilmente se puede convertir en un bárbaro. Seguramente el objetivo de la televisión es, como escribió Neal Sthepenson, “hacernos incapaces, de modo que no nos bombardeemos mutuamente con armas nucleares”.

Cerca de Londres se construye un complejo habitacional que pretende suplir todas las necesidades de sus habitantes, haciendo prácticamente innecesario salir a la calle, subiendo el costo del apartamento a medida que este esta más arriba. Así, los pisos inferiores están habitados por enfermeras, azafatas y técnicos, una invisible frontera en el piso 10 los separa de médicos y abogados mientras en los apartamentos de lujos de los pisos superiores residen actores y presentadores, tienen entrada privada y miran con desprecio a los de los pisos por debajo de ellos. De las continuas fiestas, en sus comienzos, se fue creando una tensión que degeneraría en ataques personales, dividiéndose el edificio en tres facciones rivales que intentan escalar pisos como si de su vida dependiera ello, mientras el edificio y sus habitantes van cayendo en una inaudita barbarie.

No se si el prolífico J. G. Ballard sea el mas idóneo para retratar la barbarie. Una de sus novelas, Crash, fue llevada al cine por Cronemberg, con su correspondiente dosis de perturbación. Otros libros de él, francamente, me han decepcionado. Sin embargo este libro logró perturbarme, Ballard logra transmitir la intranquila y nauseabunda sensación de mareo, previa al enfrentamiento y a la muerte.

Links relacionados:
Ciencia ficción
Solo de libros

jueves, febrero 15, 2007

Buenos presagios


“Dios no juega a los dados con el universo: juega a un juego inefable de invención Propia, que se podría comparar (...) a verse envuelto en una versión oscura y compleja del póquer en una sala a media luz, con cartas en blanco, apuestas infinitas y un Tipo que reparte sin explicar las reglas y que no para de sonreír"

Hace años, cuando aun era creyente (osea, hace muchos años), un amigo me prestó un libro llamado “abominaciones y denuestos”, escrito por Alfredo Iriarte y una de las mejores muestras del más ácido y despiadado humor bogotano, y no paré de reírme a carcajadas hasta terminarlo. Intenté comprarlo después, pero se agotó y al parecer la editorial no lo volvió a publicar. Nunca me divertí tanto con un libro, ni siquiera con Boggie el aceitoso. Claro, hasta hace poco que adquirí Buenos presagios (Good Omens, 1990) escrito por Terry Pratchett y Neil Gaiman (de quien he hablado más de una vez) pensé que con la perdida de mi fe también había perdido el humor. Pero no.

La Tierra fue creada el domingo 21 de octubre del 4004 AC, poco antes de las 9 de la mañana. Y el fin del mundo esta cerca. Esta escrito en el Apocalipsis y otro par de libros más. Aunque San Juan comía cierto hongos raros con regularidad no se equivocó en sus predicciones. Tampoco Agnes la chalada, quien predijo que el fin del mundo seria el sábado, el próximo de hecho, justo después de la hora del te, cuando el Anticristo, el hijo mismo del Adversario, dirigiría a los cuatro Jinetes mientras las huestes infernales se enfrentaban contra las celestiales. O eso hubiera pasado, efectivamente, si una monja satánica no hubiera confundido los niños y el Anticristo hubiera recibido la educación que debió recibir, a manos de Crowley y Azirafel, un demonio y un ángel respectivamente (de hecho, la Serpiente que tentó a Eva y el guardián del Paraíso, que aunque enemigos son viejos conocidos, lo cual los hace más cercanos que ellos a sus respectivos bandos).

Y solo se dan cuenta cuando el Infierno envía a un Perro, un sabueso infernal cazador de almas perdidas, a que acompañe al Anticristo poco antes del Apocalipsis. De todas maneras Crowley, Azirafel, Anatema, la descendiente de Agnes (una bruja new age que cree en OVNIS, la teoría de la Tierra Hueca, la Atlántida, y esta en contra de la caza de ballenas, la tala de la selva Amazónica y las saludables centrales nucleares), Madame Tracy, una médium (mas bien una estafadora), y un sargento y un soldado del Ejercito Cazabrujas, no están muy entusiasmados con todo ese rollo del fin del mundo y el Apocalipsis y el fin de la civilización, y buscan al Anticristo mientras los Jinetes, Hambre (un doctor en dietética), Guerra (una hermosa traficante de armas, primero, y cronista de guerra, después), Muerte y Polución (Peste se jubiló cuando descubrieron la Penicilina) se reúnen para iniciar el Apocalipsis, seguidos de un grupo de Hell’s Angels convencidos de que podían pertenecer a la misma pandilla.

Buenos presagios es un libro increíblemente divertido, brillante en su argumentación y, aunque algunos diálogos parecen forzados, se desarrolla fluidamente, rebosando crítica ácida sobre la sociedad y los mitos modernos, y donde los autores, en boca del Anticristo, disparan agudos dardos ante los designios sobrenaturales y despedazan películas como the Omen y demás historias de posesión demoníaca.

Good omens en la Wikipedia.

viernes, enero 26, 2007

Asfixia



“Admiro a los adictos. En un mundo en el que todo el mundo espera un desastre ciego y arbitrario o una enfermedad repentina, el adicto tiene la tranquilidad de saber con toda probabilidad lo que le espera al final del camino. Ha asumido cierto control sobre su destino final y su adicción evita que la causa de la muerte sea una sorpresa total. En cierta forma, elimina la incertidumbre de la muerte. Uno puede en efecto planificar su propia despedida"

Supongamos que usted es un tipo cualquiera. Bueno, ya lo es pero digamos que tiene un trabajo mal pago. Es posible que también le pase, en el caso de que tenga uno. Entonces digamos que la naturaleza del trabajo es actuar como campesino dentro de un parque temático que representa un pueblo del siglo XVIII. La cosa comienza a ponerse rara. Ahora, que es hijo de una hippie art-terrorista que fue condenada en varias ocasiones, y que usted creció con parejas diferentes de padres adoptivos, los cuales cambiaban en la medida en que su madre lo localizaba y usted volvía a huir con ella, hasta que era capturada por la policía y así consecutivamente. Dudo que le haya pasado pero mejor no me meto con su madre. Ahora, digamos que usted es un adicto al sexo y que asiste con cierta regularidad a terapia de grupo, aprovechando para follar en los baños con alguna compañera de terapia. Menos probable, todavía (es posible que leer blogs tenga alguna relación directamente proporcional con la monogamia, o peor todavía, con la falta de compañera, o compañero sexual). Ahora, que para lograr completar el pago mensual del asilo donde vive, o muere, su madre, usted finge que se asfixia comiendo en restaurantes costosos, para que la persona que lo salve sienta que es responsable de su aburrida vida y le done dinero con regularidad. Apuesto a que no se le había ocurrido pero lo compilo a que no lo haga. No sé en Estados Unidos, pero acá nadie se ofrecerá a salvarlo.


Y, si para terminar de joder las cosas, termina de amante de una doctora del asilo que lo convence de una inimaginable cantidad de barbaridades, y su mejor amigo y usted, y todos a su alrededor, terminan frenopáticos o abiertamente desquiciados y usted no termina de comprender que pasa, mientras la mierda se va acumulando en su intestino grueso sin poder evacuarla, logramos, entonces, hacernos una idea de lo que transcurre en la mente de Victor Mancini, personaje principal de Asfixia.

Sin ser el libro mas brillante de Chuck Palahniuk - cuyo primer libro, “el club de la lucha” (Fight club, para los anglófilos) se convirtió en best-seller – en Asfixia, nuevamente, muestra el rostro desfigurado del American way of life, no otra cosa que una cloaca inmunda que hiede a mierda, sangre y semen, ensamblándolo con imágenes impactantes, sino chocantes, y un ritmo acelerado, lineal pero con un par de giros brutales. Se logra leer de un solo tirón, si no tiene mejor cosa que hacer, como masturbarse.


viernes, enero 05, 2007

Llamas de condena


Después de casi un mes sin escribir una entrada decente (ante lo cual no tengo la menor excusa) regreso con Hellblazer: Tierra del corazón / momento de gloria, y Hellblazer: Llamas de condena, algunos de los capítulos finales del periodo de Garth Ennis escribiendo las historias del cínico nigromante. En Tierra del corazón, Kit, la exnovia de Constantine, regresa a Belfast y se va de copas con unos amigos y termina siendo más de lo mismo de Ennis: gente tomando en bares, hablando de temas eminentemente ingleses - las vicisitudes de la era Thatcher, los conflictos entre Católicos y Protestantes, el IRA - muy lejos de las cotas de horror logradas por Jamie Delano, siendo tan entretenido como podría serlo el relato de alguien apenas conocido contándonos sus problemas en medio del estridente sonido de una discoteca. Osea, mortalmente aburrido. Me da la impresión de que este capítulo es un ejercicio de nostalgia del propio Ennis.

Momento de gloria, en cambio, tiene una mayor relevancia dentro de la continuidad del personaje: es necesario que Constantine sueñe los sueños de un muerto, un joven piloto de la Segunda Guerra caído en combate – otro rasgo de Ennis, su admiración por el compañerismo de tropa y el sacrificio en el combate (ver: Hitman, War story)- para querer salir de la indigencia en que cayó tras su ruptura con Kit y su pelea con Chas, su más cercano amigo, en el epílogo de Miedo y odio. En retribución, Constantine le da cristiana sepultura al cuerpo del piloto y vuelve a las andadas.

Llamas de condena comienza con la búsqueda de Constantine de algo de anonimato en New York, donde se topa con un esbirro de Doc Midnite, hougan de vudú, antiguo aliado de Constantine pero nunca su amigo. Midnite decide hacerle dar un viaje sicotrópico por el infierno a Constantine, en donde se topa con el cadáver andante de John F. Kennedy, quien lleva 30 años tapándose con las manos un orificio que tiene en la cabeza para evitar que se le caiga lo que le queda de sesos. Kennedy le pide a Constantine que lo ayude a recuperar su puesto como presidente de Estados Unidos (o de su equivalente infernal, aun no identifico las diferencias), y en el viaje, atravesando la costa Este, se topan con hippies muertos durante los sesentas, los cadáveres vivientes y sin ojos de soldados de la Segunda Guerra y los indígenas sioux muertos en Wounded Knee. Al final del camino, después de encontrase con Cedella, hermana de Midnite quien, tras matarla, la usó como concubina de los señores del infierno para adquirir sus conocimientos de magia, y quien le pide a Constantine que la ayude a liberarse de su hermano, Constantine huye dejando a Kennedy indefenso ante el presidente de Estados Unidos: su viejo conocido el Diablo (no hablo de Bush). Constantine, finalmente, regresa a su cuerpo y vuelve a un bar a tomar cerveza, mientras Cedella le ordena a Midnite tomar un taxi hasta el Empire State y subir hasta el piso 86 (homenaje velado al héroe pulp Doc Savage, quien tenia en ese piso su base de operaciones).

Ennis, en este numero, se vale de una fina ironía para criticar las especulaciones alrededor del asesinato de Kennedy y los hechos posteriores a su muerte, y algunos aspectos oscuros de la política norteamericana. Nuevamente, el dibujo de Steve Dillon es acertado y característico, aunque no espectacular.