Este es uno de los post que tenia pendientes hace meses. Y no lo había escrito porque John Constantine es, sin duda, uno de los personajes mas jodidamente complejos de la historia del comic, y este blog no se caracteriza, exactamente, por su profundidad.
En el 85, cuando Alan Moore escribía la saga American gothic de Swap thing, apareció en sus paginas un nigromante ingles extremadamente cínico y carente de moral, un fumador compulsivo de Silk Cut enfundado en una gabardina color mostaza y ligeramente parecido a Sting, que parecía destinado a cabrear a la susceptible Cosa del Pantano. Se llamaba John Constantine. Muchos seguidores de la serie, y los editores de DC Comics, quedaron fascinados y le rogaron al Maestro que liberara a la criatura. Moore accedió y apareció Hellblazer.
El primer escritor de la serie, Jamie Delano, dotó al personaje de un pasado. Así supimos que fue estrella del punk, que tenía familia y, aunque conoce mucha gente, no tiene muchos amigos porque los que se le acercan terminan mal, y que cuando el auge del punk se fue a la mierda, y comenzó la Era Thatcher, él se dedicó a cosas oscuras, para terminar ganándose una reputación como mago y verdadero hijo de puta. Tiene sangre de demonio y problemas con el alcohol. Sus métodos son poco ortodoxos, su ética es cuestionable y su moral, inexistente. Constantine es el fiel reflejo del ingles perdedor, enteramente conciente de su condición y que, sin embargo, le vale una mierda. Una especie de “Bogart posmoderno”. Y con lo que me gusta esa palabrita.
La serie, insignia de Vertigo, la cual a estas alturas va por el numero 226, ha contado entre sus escritores con Garth Ennis (the Preacher, Hitman), Paul Jenkins, Warren Ellis (Planetary, Transmetropolitan), Darko Macan, Brian Azzarello (100 bullets), Mike Carey (Lucifer) y Neil Gaiman (Sandman), la mayoría ingleses y tan políticamente incorrectos como Moore. Incluso Grant Morrison (Arkham asylum) escribió un par de arcos argumentales. Igualmente, Constantine aparte de su aparición en Swap thing, aparece en el primer argumental de Sandman, por mencionar la que conozco. Algunos números, como el famoso 141 escrito por Warren Ellis, fueron censurados. Este, para ser exacto, por la masacre de Columbine ya que, Ellis había escrito su propia y retorcida versión de la masacre. Los editores lo censuraron y Ellis mandó la serie a la mierda. Algo como lo que le paso a Millar en the Authority (ver post anterior). Pero se puede leer en Internet, acá.
El arco argumental titulado Miedo y Odio relata los primeros acercamientos a la magia de su sobrina, con el correspondiente cabreo de la hermana de Constantine. John arregla las cosas sin importarle a quien fastidie en el camino, como acostumbra. Cumple 40 años, y como rara celebración algunos de sus amigos, humanos e inhumanos, dioses y demonios, le hacen una pequeña celebración donde no falta el alcohol en cantidades industriales. Su novia, la hermosa Kit, se molesta pero termina tolerando la celebración. Finalmente Constantine arremete contra el arcángel Gabriel, en quien ya había sembrado dudas sobre su divina labor “Sodoma y Gomorra murieron en un Apocalipsis de fuego. Aunque no sabía por que dos hombres no podían amarse, Él cumplió con su deber. Voluntad del Señor”, lo jode y hace que dios lo expulse del cielo, lo que hace que el villano de turno, un burgués llamado Patterson, mande a sus matones racistas a dar una buena paliza a Constantine. Aunque se sale con la suya, termina lastimando a las personas mas cercanas. Constantine, entonces, vuelve al alcohol para matar unos cuantos millones de neuronas. Como lo hace todo el mundo.
Escrita por el irlandés Garth Ennis, famoso por la serie the Preacher, y espléndidamente dibujada por Steve Dillon, Miedo y Odio refleja el ambiente opresivo de la Inglaterra de Thatcher. Angustia, desesperanza y soledad, el ruido de fondo de la vida moderna, enmarcada en el ámbito profundamente conservador y racista de la Inglaterra de los años 80.
Los enlaces de rigor:
A Hellblazer site
Wikipedia
En el 85, cuando Alan Moore escribía la saga American gothic de Swap thing, apareció en sus paginas un nigromante ingles extremadamente cínico y carente de moral, un fumador compulsivo de Silk Cut enfundado en una gabardina color mostaza y ligeramente parecido a Sting, que parecía destinado a cabrear a la susceptible Cosa del Pantano. Se llamaba John Constantine. Muchos seguidores de la serie, y los editores de DC Comics, quedaron fascinados y le rogaron al Maestro que liberara a la criatura. Moore accedió y apareció Hellblazer.
El primer escritor de la serie, Jamie Delano, dotó al personaje de un pasado. Así supimos que fue estrella del punk, que tenía familia y, aunque conoce mucha gente, no tiene muchos amigos porque los que se le acercan terminan mal, y que cuando el auge del punk se fue a la mierda, y comenzó la Era Thatcher, él se dedicó a cosas oscuras, para terminar ganándose una reputación como mago y verdadero hijo de puta. Tiene sangre de demonio y problemas con el alcohol. Sus métodos son poco ortodoxos, su ética es cuestionable y su moral, inexistente. Constantine es el fiel reflejo del ingles perdedor, enteramente conciente de su condición y que, sin embargo, le vale una mierda. Una especie de “Bogart posmoderno”. Y con lo que me gusta esa palabrita.
La serie, insignia de Vertigo, la cual a estas alturas va por el numero 226, ha contado entre sus escritores con Garth Ennis (the Preacher, Hitman), Paul Jenkins, Warren Ellis (Planetary, Transmetropolitan), Darko Macan, Brian Azzarello (100 bullets), Mike Carey (Lucifer) y Neil Gaiman (Sandman), la mayoría ingleses y tan políticamente incorrectos como Moore. Incluso Grant Morrison (Arkham asylum) escribió un par de arcos argumentales. Igualmente, Constantine aparte de su aparición en Swap thing, aparece en el primer argumental de Sandman, por mencionar la que conozco. Algunos números, como el famoso 141 escrito por Warren Ellis, fueron censurados. Este, para ser exacto, por la masacre de Columbine ya que, Ellis había escrito su propia y retorcida versión de la masacre. Los editores lo censuraron y Ellis mandó la serie a la mierda. Algo como lo que le paso a Millar en the Authority (ver post anterior). Pero se puede leer en Internet, acá.
El arco argumental titulado Miedo y Odio relata los primeros acercamientos a la magia de su sobrina, con el correspondiente cabreo de la hermana de Constantine. John arregla las cosas sin importarle a quien fastidie en el camino, como acostumbra. Cumple 40 años, y como rara celebración algunos de sus amigos, humanos e inhumanos, dioses y demonios, le hacen una pequeña celebración donde no falta el alcohol en cantidades industriales. Su novia, la hermosa Kit, se molesta pero termina tolerando la celebración. Finalmente Constantine arremete contra el arcángel Gabriel, en quien ya había sembrado dudas sobre su divina labor “Sodoma y Gomorra murieron en un Apocalipsis de fuego. Aunque no sabía por que dos hombres no podían amarse, Él cumplió con su deber. Voluntad del Señor”, lo jode y hace que dios lo expulse del cielo, lo que hace que el villano de turno, un burgués llamado Patterson, mande a sus matones racistas a dar una buena paliza a Constantine. Aunque se sale con la suya, termina lastimando a las personas mas cercanas. Constantine, entonces, vuelve al alcohol para matar unos cuantos millones de neuronas. Como lo hace todo el mundo.
Escrita por el irlandés Garth Ennis, famoso por la serie the Preacher, y espléndidamente dibujada por Steve Dillon, Miedo y Odio refleja el ambiente opresivo de la Inglaterra de Thatcher. Angustia, desesperanza y soledad, el ruido de fondo de la vida moderna, enmarcada en el ámbito profundamente conservador y racista de la Inglaterra de los años 80.
Los enlaces de rigor:
A Hellblazer site
Wikipedia
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