jueves, abril 12, 2007

La caza de hackers


“Si prestabas atención a todos los rumores que circulaban sobre esos chicos hackers, empezarías a oír todo tipo de tonterías conspiratorias: que la NSA vigilaba todas las llamadas telefónicas de América, que la CIA y la DEA controlaban el tráfico de información en las BBS con programas de análisis de palabras, que The Condor podría provocar la Tercera Guerra Mundial desde una cabina..."

The Legion of Doom era el más orgulloso de los grupos de hackers norteamericanos. Eran la élite de la élite. Menospreciaban al Chaos computer club de Alemania (sin tener, además, espías de la KGB en sus filas), AT&T era el blanco habitual de sus hackeos y burlarse de los telecos era una distracción común, al igual que alardear de sus capacidades y habilidades: puro poder técnico corriendo por sus dedos. O por lo menos lo fue hasta que la mismísima NSA cazó a su élite como parte de la operación Sundevil, y la fiscalía les efectuó un proceso por la posesión y divulgación ilegal de un documento de Bellsouth que explicaba el funcionamiento de la línea de emergencia 911, y había sido extraído por Prophet, uno de los más hábiles hackers de LoD, y publicado en Phrack. Un proceso completamente mediático, quizás efectuado gracias a la presión que hubo por la caída del sistema de larga distancia el 15 de enero de 1990: la Caída del día de Martin Luther King.

Algunos hackers habían amenazado que harían caer el sistema telefónico en un feriado importante: Fry guy, hacker que se había dedicado al carding, lo confirmó tras su captura, y la NSA tomó nota de eso, a pesar de llevar años vigilando la actividad del underground digital. La liga NuPrometheus distribuyó floppys con fragmentos de código fuente de Macintosh, crimen con alto contenido ideológico que quedó impune. Terminus había sido capturado por poseer y distribuir software de AT & T. Pero el objetivo de la NSA eran los dos más respetados grupos de hackers: LoD y Masters of deception, y en su ceguera informática confiscan computadores hasta de editoriales de juegos de rol: En el mundo de los policías todo es bueno o malo, blanco o negro. En el mundo de las computadoras todo es gris.

Bruce Sterling, entonces, se dedicó a hacer una investigación independiente, la cual publicó con el nombre de “The hackers crackdown” (La caza de hackers, Ley y desorden en la frontera electrónica), un completo documento donde relata, de una manera precisa y fluida, los orígenes, mitos y hazañas tanto del hacking / phone phreaking, de la mano de Abbie Hoffman, como de sus archienemigos, los telecos y la NSA, y un relato del proceso por la posesión el documento E911. Una compleja, aunque divertida, crónica de policías y ladrones, persecuciones en el no-espacio de internet, juegos y trampas: el origen del lenguaje tan mal usado por la burrosfera local.

Los informáticos hablan. Los hackers fanfarronean. Los phone-phreaks hablan patológicamente -¿Por qué robarían códigos telefónicos si no fuese para parlotear diez horas seguidas con sus amigos en una BBS al otro lado del océano?

Acerca del libro:
Reseña en Microsiervos

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