jueves, marzo 30, 2006

Usos de la bombilla

Bombilla de luz: una bombilla de luz común y corriente puede ser utilizada como artefacto incendiario. Utilizando un taladro de alta velocidad se hace un pequeño orificio en una bombilla común, sin dañar los filamentos dentro de la bombilla. Con una jeringuilla se inyecta gasolina dentro de la bombilla y se sella el orificio con pegamento. Luego se coloca la bombilla en un receptáculo asegurándose que el interruptor este en posición apagada. Un fuego explosivo resultará al encender la luz.

(valiosa información aparecida en el Manual de terrorismo, Escuela de las Américas del Comando sur en Panamá)


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Granada, rescue from rape and slavery, CIA comic book (1984)

lunes, marzo 27, 2006

el Reino

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(Detalle de Arkham asylum / Dave McKean)

Soñé con las catacumbas. Era un día gris, como los jueves, o como la luz que tienen los sueños, y fui conciente y me dije “estoy en Viena, es un sueño”. Así que recorrí el gótico espacio de mi cerebro dedicado a la ciudad. Afiladas agujas rayando el entramado del cielo, decorado e imaginario religioso. Crucé una verja a observar una secuencia de imágenes dedicadas a la Virgen María, pero algo estaba incorrecto. Las imágenes tenían unas pequeñas cabezas oscuras que susurraban letanías escabrosas, y me miraron, yo retrocedí aterrado y la verja se cerró. Una amenaza latente se cernió sobre mi cabeza. La sentí.

Desperté. Sentía el pulso enloquecido, abrí los ojos y me di cuenta que estaba acostado sobre el lado derecho, en posición fetal. Estiro las piernas y toco algo frío y húmedo que se removió. Intento gritar y las palabras se ahogan en sordos balbuceos ininteligibles, en murmullos horrorizados y vacilantes. No me puedo mover, algo me oprime y no me deja respirar.

Desperté. Estaba en la misma posición que en mi sueño, la misma luz vaga de un poste entra por entre las cortinas. Hacía frío. Estiro las piernas y no hay nada. Finalmente había salido del sueño.

Pero aun siento una piquiña en la piel, una leve comezón, que me dice que no ha terminado.

viernes, marzo 24, 2006

El infierno de Joe

Korzeniowski deslizó su delgado cuerpo por la entrada del bar. Se acercó, metódicamente, a la barra sobre la cual pendía un enano metido en una jaula de acero. El enano estaba vestido con ropas de cuero, y su rostro era el rostro de la lujuria. Korzeniowski lo miró, el rostro divertido del niño que ve una nueva diversión, y le pidió una cerveza al barman. Le preguntó que significaba el pervertido enano colgado del techo, a lo que el desagradable barman, un amalgama de chaman y militar, contestó – Cinco dólares por escupirlo, diez por picarlo con una vara y veinte por quemarlo con una pieza al rojo vivo. Korzeniowski sonrió y volteo la mirada a una morena acodada en la barra. Se le acercó y la invitó a bailar – Gracias muñeco – le respondió la morena con vozarrón eminentemente masculino. Korzeniowski sonrió de nuevo, dio media vuelta y volvió a su sitio. El barman, un gigantesco indígena brasilero, le sonrió, le regaló un cigarrillo y le dijo – Eres el tercero que cae esta noche amigo -. Korzeniowski tomó su jarra, aún llena de cerveza, y se dirigió al baño.

La sucia cerámica del baño no era el lugar mas adecuado para despedazar una roca de cocaína, pero Korzeniowski la puso sobre la tapa del tanque, y con una tarjeta de crédito vieja la despedazó, formando líneas de diez centímetros de largo, las cuales aspiró enrollando un billete de veinte dólares. La sangre se agolpó en su cabeza. El pecho le reventaba. Salió del baño, camino de nuevo a la barra. Se sentó junto a un finlandés de rostro afilado, que le sonrió y lo invitó a un trago.

La noche transcurrió sin mayor novedad: pagó los cinco dólares por escupir al enano, se tomó tres jarras de cerveza junto a unos quince cigarrillos y se olio los dos gramos de coca que llevaba. Le pagó al barman y salió al frió de la madrugada capitalina.

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(Publicidad aparecida en la Revista Accion Liberal No. 57 - 1938)

jueves, marzo 23, 2006

Violencia

La violencia no sólo está permitida sino también legitimada moralmente en tanto es usada por el poder reconocido. El poder se basa permanentemente en la posibilidad del ejercicio de la violencia.

Una cosa debemos tener en claro: nuestra meta jamás tiene que ser la violencia. Pero que la violencia -cuando sólo con su ayuda se puede imponer la no-violencia- llegue a ser nuestro método, eso nadie nos lo puede negar.

Esperanza es un sinónimo de cobardía. ¿Qué es en sí esperanza? ¿Es la fe en que todo puede mejorar?¿O es la voluntad de llegar a algo mejor? Aún nadie ha realizado un análisis de la esperanza (...) No, la esperanza hay que impedirla. Todo aquel que espera, deja la obligación en otra instancia. Esperanza es nada más que la renuncia a la propia acción.

No hay un método alternativo, no hay otro que la amenaza -si queremos la supervivencia de nuestra generación y queremos asegurar la existencia de las generaciones posteriores- contra todos aquellos que insisten en continuar con hacer peligrar la vida humana con la producción atómica (es lo mismo si con la guerra o con el denominado 'uso pacífico') y siguen rechazando todas las ofertas de detenerla; no hay otra alternativa, decía, que comunicarles a esos hombres con toda claridad que tanto uno como el otro deben considerarse piezas de caza. No hay que vacilar en eliminar a aquellos eres que por escasa fantasía o por estupidez emocional no se detienen ante la mutilación de la vida y la muerte de la humanidad.

Qué fatalidad cuando el ser humano de buena fe renuncia a la violencia porque cree en la no-violencia! ¡Lo único que logra es ser superado en forma más radical por la violencia!.

Günther Anders (tomado de La Haine)

We3, Grant Morrison & Frank Quitely

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miércoles, marzo 15, 2006

Planetary, arqueologos de lo imposible.

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Levantarse, afeitarse, desayunar: la vida corriente es abrumadoramente desabrida y deja un sabor a plomo en la boca. Recurrimos, entonces, a la imaginación como forma de abstraernos del gris ámbito de la cotidianidad. Identidades virtuales (con todo y que cambiarlas me parece un rasgo eminentemente esquizofrénico), delirantes elucubraciones, astrofísica, sueños de poder, ciencia ficción. Normalmente, la ficción de uno y otro autor no coexisten en la misma realidad, componen dimensiones diferentes donde cada una tiene sus héroes secretos. Sin mas mierda que hablar, y sin la menor intención de ser objetivo, les presento Planetary.
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Planetary es una maxiserie de 24 capítulos escrita por Warren Ellis, conocido por su peculiar punto de vista explotado en Transmetropolitan, y dibujada con el limpio e hiperrealista trazo de John Cassaday, el primer numero de los cuales fue publicado en 1999 bajo Wildstorm, y que se ha visto abocado a una periodicidad trimestral en EU, en el mejor de los casos, gracias a la apretada agenda de sus creadores. Esto ha generado que, incluso, se haya suspendido su publicación en Latinoamérica, dejándonos a merced de las costosas publicaciones españolas.

La serie esta compuesta por episodios autoconclusivos pero que, una vez estructurados con el resto de historias, conforman un panorama maravilloso y que, de paso, sirve de repaso a la ficción de los últimos 200 años. La historia esta brillantemente concebida, las dosis de misterios, violencia y paranoia conspiratoria van formando, a medida que esta avanza, un claro esbozo de los personajes. De la misma forma se desarrolla el conflicto subyacente, incrementando la tensión y logrando, así, emocionar al espectador. Una nueva obra maestra.

La historia inicia cuando Jakita Wagner, líder de campo de Planetary, una organización clandestina que ha tomado el trabajo de catalogar todos los misterios, mitos y la historia oculta del planeta, contrata al centenario e irritable Elijah Snow, quien vive de ermitaño en una cabaña en mitad del desierto. Él, aun cuando no guarda recuerdos de su ultima década de vida, acepta trabajar para la organización, dadas las posibilidades de desaparecer de todas las bases de datos del planeta. Así, entra a la organización como reemplazo del “tercer hombre”. La organización es infinitamente rica, tiene sedes en todo el mundo y fue fundada por el mítico “cuarto hombre”, del cual no se conoce la identidad, como en cualquier teoría conspiratoria: Él podría ser Bill Gates o podría ser Hitler. Se embarcan, entonces, en una aventura donde descubren una computadora que traza el multiverso y su custodio, Axel Brass, un claro homenaje a Doc Savage, quien sobrevivió al combate entre los heroes pulp, Tarzan, the Shadow, Operator 5, Tom Swift, G8 y Fu Manchú, y una JLA que los siguió a través del mar de realidades.
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La última de las isla Kuriles llena de monstruos Kaiju Eiga: Godzilla, Rodan, King Ghidorah. Un deposito de discos duros que almacena fantasmas como si fuera información. Los restos de una nave para viajar entre las realidades, siguiendo la estética presente en Flash Gordon, manejada por un convaleciente, mezcla de Captain Marvel y Thor. Julio Verne, el Nautilus, the Gun Club y el centenario retorno de la cápsula que fue de “la tierra a la luna”, Galactus, la entidad cósmica del universo Marvel... es increíble la cantidad de referencias, homenajes e, incluso, criticas sarcásticas a todo el imaginario de la ficción, desde Hulk, Tarzan, the Lonely Ranger, el cine de ciencia ficción de los 50´s de películas como Them!, the amazing colossal man, the attack of the 50 feet woman, los Fantastic 4, Green Lantern, Wonder Woman, Superman, Captain America, Nick Fury y James Bond hasta Sherlock Holmes, Drácula, Victor von Frankenstein, John Griffin (el hombre invisible), Robur el Conquistador, Carnacki el cazador de fantasmas y H.G. Wells en un sendo homenaje a the League of extraordinary gentlemen, de Alan Moore, de quien también es homenajeado Swamp thing, junto al John Constantine de Jaime Delado y the Sandman de Neil Gaiman. De esta forma los personajes actúan como arqueólogos, desenterrando restos, trazando el mapa secreto del mundo.
Ellis dota a sus personajes de una personalidad fuerte y consistente, propietarios de diálogos que rebosan humor negro y sarcasmo. En conclusión, una serie genial.

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jueves, marzo 09, 2006

~ (end)

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Moebius

Uno de esos tipos que me encontré terminó poniéndome paranoico. Me dijo que, según sus fuentes, la Inteligencia Cubana estaba muy descontenta con mi trabajo, y que pensaban eliminarme... Aunque dudé que realmente pensaran hacerlo, me dije a mí mismo “qué mierda, si me van a matar, les hago la hijueputa cagada”. Inmediatamente empecé a sembrar la información de que los cubanos estaban planeando algo realmente grande... “no sé las características de la joda, pero créame, es algo grande mi brother...”. Le juro que a los pocos días lo leí en una BBS ilegal...

Y bueno, les hice la cagada a los hijueputas.

No le voy a decir que hackear sea una actividad cargada de emociones fuertes y nuevas sensaciones, como ser conductor de bus o algo así. No. Es un placer casi intelectual, y los logros están cargados de la misma euforia que se puede uno imaginar al interpretar adecuadamente una sonata, o actuar en una película porno. Así que no le voy a decir que hackear el NORAD para introducir una rutina fue lo más emocionante que me haya pasado en la vida. Y menos haciéndolo desde Cuba, claro, con el beneplácito del gobierno. Obviamente, no tenían ni puta idea de lo que iba a hacer. A decir verdad, yo tampoco me lo imaginaba. Pero lo hice y ya. Los gringos nunca detectaron la intrusión, y cuando la rutina hizo payload, yo estaba volando sobre el Atlántico rumbo al D.F. Supongo que los del NORAD vieron en sus pantallas de radar el lanzamiento de seis misiles crucero, desde Báyamo hacia la Florida, o el desplazamiento de una inexistente flota de destructores, y la información que sembré ya los tendría lo suficientemente paranoicos... recuerda esa película “Juegos de Guerra”, en la que un computador del Pentágono hace una simulación de guerra pero los generales creyeron que era verdad? Pues el final no fue tan feliz, realmente. Y menos con ese viejo senil y desquiciado que tienen como presidente. No. Inmediatamente después se ejecutaron dos bonitos bombardeillos termonucleares que dejaron la zona entre Holguín y Santiago de Cuba más árida que el Neguev.

Como verá, teniente, no tiene idea lo cabrón que puedo llegar a ser.

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viernes, marzo 03, 2006

~ (II)

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Sra - Moebius

Yo tenia en un cajón de la mesa de noche un Smith & Wesson cal. 38, de cañón recortado. La usaba ocasionalmente, preferiblemente cuando iba a la casa de un amigo, cerca del desierto, a dispararle a botellas y cosas así. Pero una vez se metió a mi casa un tipo. Nunca supe quien era pero el muy hijueputa iba bien vestido y trabajaba limpiamente, o por lo menos no aspiraba dejar huellas, a juzgar por los guantes de cirugía, y estaba tocando mi maquina. Entré sigilosamente, me dirigí a mi cuarto y saqué el 38. Me asustaba mucho la idea de que hubiera encontrado unos archivos que había sacado de telecos europeas, ya sabe, Deutsche telekom, Alcatel... en todo caso yo estaba un poco embalado, ah, pues fue la vez de la adolescente, porque es que además de follar me olí unos cuantos pases, así que le dispare al tipo... no se, tal vez aun estaba excitado por el olor a sexo. Total, salto sangre a toda la pared y a la pantalla. Después, silencio. O bueno, eso creí, así que lo revisé a ver si encontraba algún documento. Nada. Tenia la llave de un carro, un encendedor y una cajetilla de Parliament. Le robé los cigarrillos, lo desnude, y bajo el tacón de sus zapatos hallé un transistor. No sé en que banda funcionaba, nunca fui bueno para la electrónica, subí el transistor a la terraza y lo arrojé a un nido de palomas. Creo que eso lo vi en una película, pero no estoy seguro. El cuerpo lo envolví en una sabana, esperé a que anocheciera y lo saqué de mi apartamento. En todo caso la situación me dejo un poco paranoico, y bueno, ya se me había pasado el efecto de la coca, entonces desmonté el disco duro de mi maquina e instalé uno que tenia de repuesto. ¿Qué lo hice? Pues lo lleve a un lugar seguro. Desde ahí me pareció que lo de la adolescente fue una distracción, como un señuelo, si me entiende?... maldita zorra...

Como le decía, a algunos hackers los fusiló la Revolución. Eran otros tiempos, claro. Es triste ver como mueren los amigos, no?. ¿Porqué no me fusilaron? Pues evoqué un breve pasado izquierdista, les eché un carretazo seudo comunista y acepté trabajar para ellos. ¿Qué si sigo siendo comunista? Ya no importa. De la militancia pase a la apatía, y eso fue antes de que mataran a unos cuantos amigos. Odio a los hijos de la gran puta, si entiende mis motivos? Pero no todos murieron... recuerda a Æ? A ese lo mataron en Colombia. Otros emigraron hacia el Bloque Oriental, ya sabe, Malasia, Japón, y desde allá se dedicaron a destruir sistemas occidentales. ¿Alguna vez escucho hablar de Bac-k? El webmaster de zona warez, que lo han rechazado tantas veces de servidores de hosting que pudo haber tenido un puto record Guinness. Un bacán ese man. Se fue para Hong Kong. El gobierno Chino es muy flexible con los hackers, sabia?

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Kuala Lumpur por Google

Bueno, yo se que eso no le importa... volviendo a la historia, un par de días después me fui a descansar a Bangkok. Me quede en un hotel cerca de la universidad de.. como es? Chulalong.. no se que mierda mas. Me reencontré con un par de amigotes que me hablaron bellezas de la ciudad... aunque me pareció una mierda. Una noche fui a un bar. Llegue a la barra y pedí una cerveza. Me llamo la atención el lugar porque había un enano metido en una jaula de acero que colgaba del techo. El enano, uno de esos desagradables nativos, estaba vestido con ropas de cuero, y tenia una cara de pervertido que le juro que me dio miedo. Le pregunté al barman que era eso y me dice el muy cabrón – Cinco dólares por escupirlo, diez por picarlo con una vara y veinte por apagarle cigarrillos en la piel. A mí me dio mucha risa. Que que paso con eso? Nada. Me tome tres jarras de cerveza, me fume un paquete de Marlboro, me olí unos pases y pagué los cinco dólares por escupirlo.. creo que no hay nada loco o estúpido que no haya sido hecho ya por un oriental.