martes, agosto 29, 2006

La Emperatriz roja


Los que crecimos en los ochenta guardamos recuerdos sobre la era Soviética. Por un lado la propaganda gringa mostraba a los Soviéticos como la reencarnación del Mal, los villanos fríos y desalmados de películas como Rambo o Red Scorpion. Papel que ahora compartimos los colombianos con los musulmanes, los iraníes y los norcoreanos. Por otra parte, revistas como Sputnik (la Selecciones soviética), que compraba mi papá, como buen izquierdista, mostraba la faceta humana de los que vivían al otro lado de la cortina de acero: pura propaganda soviética. Sin embargo el Muro cayó. El equilibrio de fuerzas existente desapareció dejando a los gringos como policía del mundo, para actuar a su antojo. No se ustedes, yo si añoro a los soviéticos.

Jean Defaux, junto a Philippe Adamov, presentan un universo alternativo. En una Rusia Imperial posnuclear, y llena de los símbolos de su vieja gloria, se desarrolla una lucha de poderes entre la emperatriz Catalina, reina de todas las Rusias, y el senil emperador Pedro y el resto de la corte imperial. Catalina es despreciada por la corte por ser extranjera, pero ella es excesivamente orgullosa como para aceptar compartir el trono con su marido. Terminan, entonces, haciéndose extrañas alianzas con fuerzas y sectores incontrolables y peligrosos, y embarcados en una guerra cruel que afecta a toda la nación.

Defaux, desde su trabajo en Beatifica Blues, había ganado reconocimiento como un implacable y oscuro guionista, uno de los mejores de la escena franco-belga. Adamov se caracteriza por un trazo estilizado e increíblemente detallado. En este trabajo, presentado por Ediciones Glénat en tres espléndidos tomos de gran formato y pasta dura, sus talentos logran un impresionante relato futurista con un aire retro. Robots guardianes cuya lealtad depende de la configuración de su chip, vírgenes asesinas, trafico de cabezas nucleares, propaganda marxista – leninista colgada en cada esquina, sexo, tanta sangre como para hacer morcillas y la estrella roja en la cima de la catedral de San Basilio. Una maravilla.

jueves, agosto 24, 2006

Marvels


Después de estar un poco distraído escribiendo unas entradas en Wikiquote sobre Gibson, Ballard y Stephenson, y casi no lograr decidirme si escribía sobre los últimos números de Planetary, o de los crossover Planetary – the Authority y the Authority – Lobo, preferí volver a Marvel. A pesar de que, lo reconozco, uno termina leyendo Marvel por el aprecio que le tiene a tal o cual personaje, y el hecho de que estén resucitando héroes y villanos cual Mad professor molesta a algunos, como Jotacé y algún otro, algunos trabajos son fundamentales.

Es el caso de Marvels, escrito por Kurt Busiek y dibujado por la magistral mano de Alex Ross, del cual ya había hablado anteriormente.
Marvels es una revisitación a los mas relevantes momentos de Marvel, como la aparición de Captain America, las intermitentes luchas del príncipe Namor contra los humanos, la visita de Galactus, la aparición de los mutantes sobre la tierra, los Cuatro Fantásticos y Spider man, vistos desde el punto de vista de Phil Shelton, un veterano fotógrafo del Daily Bugle, y que sirve de marco para relatar su propia vida, demostrando, así, como la existencia de superhéroes afecta, lógicamente, la vida de los seres humanos normales.

Presentado en cuatro tomos cronológicos, esta obra es simplemente asombrosa. El trazo hiperrealista y delicado, aunado al argumento y los monólogos furiosos, admirados o asustados del personaje, conforman una de las mas relevantes obras de la casa Marvel y de los mejores Comics escritos en los años noventa.

lunes, agosto 14, 2006

JLA Un millon


En medio de tan chocante realidad (y alcanzado un cese de las hostilidades en el Líbano) es recomendable leer cosas sin mayores pretensiones; no todo pueden ser densas introspecciones en el alma humana, oscuros referentes al cine de ficción de los cincuenta o incendiarios discursos políticos. Un buen y clásico comic de superhéroes. Así, un grupo de escritores encabezado por Grant Morrison (Arkham asylum, New X Men), junto a una larga lista de dibujantes y entintadores, escriben DC Un millón, el cual surge de una manera que no deja de parecer extraña.
En 1998, habiendo rebasado Action Comics el No. 750, y a punto de alcanzarlo Detective Comics, los ejecutivos de DC Comics, no teniendo mas cosas que hacer y no siendo las drogas, la televisión y el sexo una distracción para ellos, hacen cálculos de, con la regularidad que tienen, cuando sacarían su edición No. 1.000.000, y los cálculos establecen que se publicaría en el año 85.271. Algo parecido debe ser el año de crecimiento real de nuestra economía. Morrison, entonces, toma ese año como punto inicial de la historia.
En el siglo 853 los vigilantes descendientes de la actual y primitiva JLA, agrupados en la Legión A de la Justicia, regresan en el tiempo para invitar a la JLA a la celebración del retorno, después de 100 siglos, del primer Superman, Kal – el, de su fortaleza de la Soledad en el núcleo solar. Vandal Savage, villano inmortal, aprovecha la oportunidad para sembrar en el pasado un virus inofensivo en el futuro, pero que en esta época descompone sistemas informáticos y produce psicosis en los seres humanos. Así pues, la Legión A se queda atrapada en el pasado, junto a Martian Manhunter y los miembros menos famosos de la JLA, controlando los conatos provocados por la enfermedad y ayudando a las victimas de una explosión nuclear en Montevideo, perpetrada por el Vandal Savage de esta época, mientras el resto de integrantes de la JLA compiten en unas olimpiadas en el futuro, las cuales terminan en el caos. Es necesaria, entonces, la capacidad indagadora e inventiva de los Batman de las dos eras, el sacrificio de Starman, un plan urdido por Cazadora en el pasado y extendido por las arenas del tiempo y el poder de Green Lantern para evitar el asesinato del primer Superman y detener la amenaza que se cierne sobre el sistema.

La historia alcanza tonos épicos, especialmente durante el enfrentamiento entre Mitch Shelley, el Hombre Resurrección y líder táctico de la JLA, y Savage:
Una y otra vez hemos hecho esto
En las playas de Sirio, en los pantanos de vidrio de Zeta Sagitarii, en las zanjas del Atlántico, en los callejones de Antwerp, en la selva viviente de Canopus, en las guaridas de Brazzaville
En tiempo real, a través de agujeros de gusano del estratoespacio, a la sombra de la extinción, entre los pliegues de Tesser-acts, al final de mundos no lineales
Durante los holocaustos californianos yo le saque el corazón
Me atrapó en una esfera sin aire, en Fornax, por diez semanas
Ciego y loco, lo quemé en la hoguera en medio de una migración masiva en la orilla del Mare Nectaris
Él mató a mi hija en Beijing
Una vez, cansados y con frío, casi fuimos amigos unas cuantas horas
Savage y Shelley, Shelley y Savage... adversarios eternos e inmortales
Lo he combatido solo o con mis amigos y aliados
Lo he combatido hasta que me he cansado de pelear
Cansado de vivir
Y siempre, lo que obtengo es vida.
Es un numero sin mayores pretensiones, de los que mencionaba al comienzo. A pesar de los giros enrevesados que toma la historia, es un simple comic de superhéroes que salvan el mundo, para disfrutar cuando el mundo se cae a pedazos. Como ahora.

jueves, agosto 10, 2006


Hace años un amigo, el cual terminó algo loco lo cual no es extraño en mis amigos, me dijo: “tienes que escoger algún lado, tienes que tomar partido, no puedes quedarte en el medio porque si lo haces eres un tibio, y a los tibios los vomita la ira de dios”. Aunque en esa época él se refería a que yo debía decidirme entre dios y escuchar metal, aclaro, fue hace mucho tiempo e, inteligentemente, preferí escuchar metal que adorar a un dios inexistente, decidí aplicarlo a todas las cosas en las cuales creo. Y después de ver este enlace, me arraigo en mi creencia de apoyar a los valientes feyadines que luchan contra el cruel ejercito sionita. Las imágenes son explicitas.

jueves, agosto 03, 2006

La incineracion de Israel

(foto tomada de protection-palestine.org)
El 3 de Julio de 1982, un comando de Al fatah – Comando Revolucionario, grupo fundado por Abu Nidal (el Padre de la lucha, en árabe, nombre impuesto por su padre adoptivo, Arafat), intentó asesinar al embajador israelí en Londres, logrando burlar los seis anillos concéntricos de la seguridad que el gobierno de Israel instala alrededor de sus diplomáticos. El entonces ministro de Defensa israelí, Ariel Sharon, usó ese pretexto para atacar los asentamientos de Palestinos en el sur del Líbano, allí desde comienzos de los años setenta (después de los enfrentamientos del Septiembre Negro) y, en vista de una movilización del ejercito sirio, destruyen los silos de mísiles y gran parte de su fuerza aérea Siria. Los Estados Unidos y la URSS imponen un cese al fuego inmediato, los sirios se retiran mientras la cúpula de la OLP es evacuada hacia Túnez, dejando el sur del Líbano y Beirut Este en manos de los israelitas. En vista de la invasión israelí, el parlamento libanés escoge a Bechir Gemayel como primer ministro, (hijo y sucesor de Pierre Gemayel, fundador de las milicias cristianas maronitas, llamadas Kataeb o Falanges tras un viaje de Pierre en 1936 por la Europa fascista) pero este es asesinado por un agente sirio. Al día siguiente los israelitas invaden Beirut Oeste “El [Ejército israelí] Tsahal entra en Beirut Oeste el miércoles por la mañana. Como viniendo del puerto, los soldados israelíes suben hacia Beirut la mañana del entierro de Bechir. Desde el octavo piso de mi casa, con unos gemelos [binoculares], los vi llegar en fila india: una sola fila. Me extrañé de que no pasase nada puesto que un buen fusil de mira telescópica debería haberlos abatido a todos. Su ferocidad los precedía” *. Entre las noches del 16 y 17 de septiembre los kataeb torturan y asesinan casi dos mil refugiados palestinos en una ciudad bajo el dominio de Israel:
“La mujer palestina —puesto que yo no podía salir de Chatila sin ir de un cadáver a otro (..) — la mujer palestina probablemente era mayor, puesto que tenía el pelo gris. Estaba tumbada de espaldas, depositada o dejada sobre sillares, ladrillos, barras de hierro torcidas, sin confort. Antes de nada me sorprendí por una extraña trenza de cuerda y tela que iba de una muñeca a la otra, manteniendo así los dos brazos abiertos en horizontal, crucificados. La cara negra e hinchada, levantada hacia el cielo, mostraba una boca abierta, negra de moscas, con dientes que me resultaron muy blancos, una cara que parecía, sin que un músculo se moviese, o bien hacer muecas o bien sonreír o proferir un alarido silencioso e ininterrumpido. Sus medias eran de lana negra; el vestido de flores rosas y grises, ligeramente remangado o demasiado corto, no lo sé, dejaba ver lo alto de las pantorrillas negras e hinchadas, siempre con delicados tintes semejantes al malva y al violeta de las mejillas. ¿Eran hematomas o el efecto natural de la putrefacción al sol?
— ¿Le han pegado con la culata?
— Mire, señor, mire sus manos.
No me había fijado. Los dedos de las dos manos estaban desplegados en abanico y los diez estaban cortados con una cizalla de jardinero. Los soldados, riendo como niños y cantando alegremente, se habían divertido descubriendo esta cizalla y utilizándola.” *
Este suceso provocó la dimisión de Sharon como ministro (todo para que, veinte años después, lo designen Primer Ministro), el resurgimiento de Hizbollah como movimiento y el estallido de la primera Intifada, en noviembre del 1987. Y recuerdo de niño las imágenes de la antigua y hermosa Beirut devastada por los bombardeos, las matanzas de musulmanes y las retaliaciones árabes en toda Europa.
No es necesario que resuma las incidencias de la agresión de Israel al pueblo libanés, con la excusa de rescatar dos soldados capturados por Hizbollah en un puesto fronterizo, ni la legalidad de este acto y la crisis humanitaria y ecológica que ha generado. Algunos, incluso, hablan de la invasión como avanzada, o cabeza de puente, para una agresión contra Siria e Irán (ver), mientras se denuncia el uso de escudos humanos por parte de los israelíes. La guerra les esta costando a los israelitas, y les costará aun más ya que el rechazo a su accionar provocará el levantamiento de muchos musulmanes que defenderán valientemente su territorio.
Y mi corazón esta con ellos, con los valientes feyadines. Como escribió un columnista de un medio independiente: “Israel va camino a su incineración"
(foto tomada de electronicintifada.net)
Enlaces relacionados:
Yihad y los Wolfowitz
La encrucijada libanesa
Fotografías de la masacre de Qana
Las guerras de Israel

* Jean Genet, publicado en Revue d’études Palestiniennes, núm. 6, invierno de 1983 con el título “Quatre Heures á Chatila"