lunes, agosto 14, 2006

JLA Un millon


En medio de tan chocante realidad (y alcanzado un cese de las hostilidades en el Líbano) es recomendable leer cosas sin mayores pretensiones; no todo pueden ser densas introspecciones en el alma humana, oscuros referentes al cine de ficción de los cincuenta o incendiarios discursos políticos. Un buen y clásico comic de superhéroes. Así, un grupo de escritores encabezado por Grant Morrison (Arkham asylum, New X Men), junto a una larga lista de dibujantes y entintadores, escriben DC Un millón, el cual surge de una manera que no deja de parecer extraña.
En 1998, habiendo rebasado Action Comics el No. 750, y a punto de alcanzarlo Detective Comics, los ejecutivos de DC Comics, no teniendo mas cosas que hacer y no siendo las drogas, la televisión y el sexo una distracción para ellos, hacen cálculos de, con la regularidad que tienen, cuando sacarían su edición No. 1.000.000, y los cálculos establecen que se publicaría en el año 85.271. Algo parecido debe ser el año de crecimiento real de nuestra economía. Morrison, entonces, toma ese año como punto inicial de la historia.
En el siglo 853 los vigilantes descendientes de la actual y primitiva JLA, agrupados en la Legión A de la Justicia, regresan en el tiempo para invitar a la JLA a la celebración del retorno, después de 100 siglos, del primer Superman, Kal – el, de su fortaleza de la Soledad en el núcleo solar. Vandal Savage, villano inmortal, aprovecha la oportunidad para sembrar en el pasado un virus inofensivo en el futuro, pero que en esta época descompone sistemas informáticos y produce psicosis en los seres humanos. Así pues, la Legión A se queda atrapada en el pasado, junto a Martian Manhunter y los miembros menos famosos de la JLA, controlando los conatos provocados por la enfermedad y ayudando a las victimas de una explosión nuclear en Montevideo, perpetrada por el Vandal Savage de esta época, mientras el resto de integrantes de la JLA compiten en unas olimpiadas en el futuro, las cuales terminan en el caos. Es necesaria, entonces, la capacidad indagadora e inventiva de los Batman de las dos eras, el sacrificio de Starman, un plan urdido por Cazadora en el pasado y extendido por las arenas del tiempo y el poder de Green Lantern para evitar el asesinato del primer Superman y detener la amenaza que se cierne sobre el sistema.

La historia alcanza tonos épicos, especialmente durante el enfrentamiento entre Mitch Shelley, el Hombre Resurrección y líder táctico de la JLA, y Savage:
Una y otra vez hemos hecho esto
En las playas de Sirio, en los pantanos de vidrio de Zeta Sagitarii, en las zanjas del Atlántico, en los callejones de Antwerp, en la selva viviente de Canopus, en las guaridas de Brazzaville
En tiempo real, a través de agujeros de gusano del estratoespacio, a la sombra de la extinción, entre los pliegues de Tesser-acts, al final de mundos no lineales
Durante los holocaustos californianos yo le saque el corazón
Me atrapó en una esfera sin aire, en Fornax, por diez semanas
Ciego y loco, lo quemé en la hoguera en medio de una migración masiva en la orilla del Mare Nectaris
Él mató a mi hija en Beijing
Una vez, cansados y con frío, casi fuimos amigos unas cuantas horas
Savage y Shelley, Shelley y Savage... adversarios eternos e inmortales
Lo he combatido solo o con mis amigos y aliados
Lo he combatido hasta que me he cansado de pelear
Cansado de vivir
Y siempre, lo que obtengo es vida.
Es un numero sin mayores pretensiones, de los que mencionaba al comienzo. A pesar de los giros enrevesados que toma la historia, es un simple comic de superhéroes que salvan el mundo, para disfrutar cuando el mundo se cae a pedazos. Como ahora.

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