viernes, mayo 12, 2006

Cinjis Kan


El cómic europeo es como el cine europeo cuando uno esta viciado de cine norteamericano: su lógica es extraña, en ocasiones el ritmo es tedioso pero sus argumentos suelen son arrolladores, bizarros y con la lucidez de un láser de rubí: en Beatifica Blues, de Jean Defaux y Werner Goelen "Griffo", en un mundo posnuclear, contaminado y terminal, la humanidad supera los molestos problemas generados por la radiación gracias a una droga que genera una peligrosa adicción. Las Aguas de Mortelune, de Philippe Adamov y Patrick Cothias, es la pesadillezca recreación de un mundo donde han desaparecido los mares, el agua se ha convertido no solo en un símbolo de riqueza sino en la única moneda vigente y matar a ciertas clases de hombres para consumir su carne no solo es legal, sino legítimamente aceptable.

Cothias se embarca, junto a Griffo, en la recreación de la historia de Gengis Khan, en la obra llamada Cinjis Kan. Narra las aventuras de Temudchin, hijo del rey mongol Yessughei, quien gracias a su empeño y una formidable estrategia militar logra convertirse en señor de las tribus mongolas y, con el tiempo, el conquistador mas grande de todos los tiempos.


Publicado por Glenat dentro de su colección Historia Gráfica, la historia es irregular. Retórico en exceso, a veces toma el cariz de las telenovelas de Telemundo donde no se le deja nada al espectador y los personajes expresan hasta el menor de sus pensamientos. Es posible que eso suceda cuando se toma el trabajo de hacer una recreación histórica, excelente, por otra parte, en un campo tan infravalorado como el comic. El trabajo grafico es impresionante, las ilustraciones que retratan al pueblo mongol, la indumentarias, los escenarios y las costumbres son brillantes.

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