martes, diciembre 26, 2006

miércoles, diciembre 06, 2006

Monstruos reales


En mi entrada anterior presentaba Los Invisibles, creado y escrito por Grant Morrison, y reseñaba “Arcadia”, el arco argumental de los Invisibles donde viajan astralmente al pasado a reclutar al Marqués de Sade mientras sus cuerpos quedan a merced de un demonio. Pues bien, habiéndolo enviado de vuelta al infierno, en “23: todo se desmorona” la célula de King Mob discute acerca de las causas de la intrusión del demonio a pesar de las medidas de seguridad tomadas, mientras el lugar es rodeado por un grupo de Mirmidones armados que planean capturarlos. Un poco Hollywoodesca la conclusión, para ser honesto, disparos y explosiones mientras el líder del equipo suelta comentarios sarcásticos y terminan sin el menor rasguño. Aunque será el detonante de terribles sucesos posteriores.

En “Estación de necrófagos”, dibujado por Chris Weston, el agente Invisible Jim Crow, Mc del grupo de hip hop Root Doctaz y hougan del Barón Samedi y otras loas vudú, es convocado por una anciana para que investigue la violación y el asesinato de su nieta a manos de su nieto, entre otros crímenes cometidos por zombies, muertos gracias a una sobredosis de crack producido por una corporación farmacéutica. Simultáneamente un teniente de la policía investiga los crímenes, encontrándose con que la riqueza y las influencias del presidente de la farmacéutica crean un muro que impide una investigación a fondo. La conclusión de la historia no podía ser mas aterradora, donde Crow logra su cometido a cambio de alimento para las criaturas de un poderoso loa. Drogas, una particular visión de la problemática racial en Estados Unidos y la reivindicación de una religión prehistórica: “¿porque cuando los hermanos quieren volverse radicales, enseguida se hacen musulmanes? No quiero criticar al hermano Malcolm pero esa mierda monoteísta es una herramienta del opresor, ¿lo captas? No se gana nada con esa mierda. Nosotros nos remontamos, volvemos a la religión africana original, al autentico poder negro”.

Monstruos reales, dibujada por John Ridgway, relata la tragedia de un hombre obligado a servir a un monstruo sacado de los relatos de Lovecraft, la fallida encarnación del Mesías del Milenio Oscuro, el cual es usado por sir Miles Delacourt, enemigo jurado de King Mob, para sembrar el terror entre sus enemigos. El apocado Invisible, cuya misión era destruir la bestia que vivía al otro lado del espejo, termina trágicamente no tanto por culpa de la criatura de pesadilla como victima de la cruel aristocracia europea que la manipula.

En Cae el mejor, el ultimo episodio de este numero, dibujado por Steve Parkhouse, la historia relata la agonía de Stewie, durante la cual repasa su vida, sus temores y las conflictivas relaciones con su hermano, y como cualquier persona, si se le presiona lo suficiente, puede terminar convertido en un villano.

Cuatro historias de horror, dos de ellas abiertamente perturbadoras, aparentemente independientes pero hilvanadas una con otra, donde Morrison refleja todo el imaginario mágico como sustrato fundamental de Los Invisibles.